Quiera el dios mundano de la oración sumida
En el verso callado del que por hambre implora
Acallar con su súplica la voz avara
Del que a gritos reclame
Lo que a otros corresponda.
Quiera el ángel encarcelado en la matriz
Eterna donde gesta la poesía los versos
Vedados a los poetas, así lo quiera,
Avivar la voz que es queda
Del que acalla la muerte ajena.
Quiera la estirpe del linaje de los linajes
Extinguir el caudal de sangre que en latidos
Amartilla este corazón que no silencia,
Que delata el amor que anida
A viva voz dentro del pecho.
Quiera la sinrazón de la razón dormida
Despertar a la cordura o adormecerse
…para siempre.
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Publicado previamente en Bar Matrioshka y otras historias, ISBN: 978-84-616-3634-1, 2013.
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