No hay más que desierto. Un vasto y árido desierto. Tan vasto que se extiende hasta donde le alcanza la vista. Tan árido que paladea el polvo fino que el viento sin traba levanta y posa sobre sus labios.
Observa la sombra que proyecta sobre la arena, dibujada con la nitidez de una nota musical sobre el pentagrama.
Sus piernas titubean con cada paso, las rodillas tiemblan.
Está solo.
Está sediento.
Está perdido.
Ahora, también, está seguro. Seguro de que nunca debió adentrarse en la Amazonia.
Descarga Colono en eBook
Queda rigurosamente prohibida, sin la autorización escrita de los titulares del «Copyright», bajo las sanciones establecidas en las Leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento.
Suscríbete
Únete a los lectores que tienen acceso a textos inéditos, descargas y novedades entregadas en su correo cada semana.